c/ Hospital de Mujeres, 26 dpdo. 11001-Cádiz
+(34) 956.223.327
misiones@obispadocadizyceuta.es

Agradecimiento a los misioneros de retaguardia

Espacio misionero diocesano de la Iglesia católica de Cádiz y Ceuta

Agradecimiento a los misioneros de retaguardia

Os dejamos una carta de un sacerdote del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME), publicado por OMP España.

«Soy Joan Soler, misionero del IEME, de la diócesis de Girona; tengo 37 años y llevo 4 en la misión, en Dapaong en el norte del Togo. Os puedo asegurar que, a pesar de las múltiples dificultades, con la lengua, las enfermedades, las incomprensiones culturales, no hay día que no dé gracias al Señor por el bonito don que me ha regalado con la vocación misionera.

-Sentirse enviado del Señor a propagar el Evangelio: ¿habrá un trabajo mejor?

-Llegar a casa agotado por la multitud de personas que llaman a la puerta para escuchar el Evangelio: ¿habrá cansancio mejor?

-Compartir todo lo que se tiene con los más pobres, dando incluso lo necesario: ¿habrá un compartir mejor?

-Ver la sonrisa de esa multitud de pequeños, con las manos abiertas en señal de acogida: ¿habrá sonrisa mejor?

-Amar y sentirse amado por un pueblo que te ha abierto el corazón: ¿habrá regalo mejor?

Recibí hace algún tiempo vuestra “Carta abierta a un misionero” y me hizo ilusión. Ahora, con un poquito más de tiempo quiero responderos para agradeceros el trabajo que hacéis. Trabajo que a veces puede ser un poco seco en España para ayudarnos en la misión con vuestros dones y con vuestras oraciones. Vosotros trabajáis, incansablemente, y muchas veces no encontráis esta palabra agradecida, en cambio yo, no hay día que no reciba, de múltiples formas el agradecimiento. Por eso, hoy soy yo el que quiero agradeceros a vosotros, a cada uno de vosotros por vuestro trabajo silencioso, por vuestros dones sencillos, por todo lo que hacéis, y deciros que, cada día, cuando encuentro la alegría de la fe en los que vienen a saludarme, guardo un poquito en mi bolsillo, y cuando vengo a España de vacaciones, los vació un poco por todas partes, para que todos puedan participar de la alegría del Amor. Hace más feliz dar que recibir. Yo tengo la suerte de recibir de todas partes, y por eso puedo dar mucho más. Gracias a vosotros. Gracias a Dios por la vocación misionera, que no falten nunca hombres y mujeres generosos que respondan sí a la llamada del Señor. Hasta siempre, Joan.

Joan Soler, misionero del IEME
Togo»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.